Desandar el camino andado, volver a transitar las huellas trazadas por quienes nos precedieron, revivir aquel acto fundacional…Sólo reconstruyendo nuestra historia podremos comprender quienes somos, el sentido de nuestras prácticas, recrear aquel espíritu que hoy permea y justifica la existencia de FESCOE como institución.La intención de este texto es recuperar esa dimensión en perspectiva,capturar esos momentos y vivencias por cuanto están vivos en el presente.Sólo así podremos sostener nuestro sentido de pertenencia e identidad.Identidad que es una construcción compleja, polifacética,en permanente cambio,identidad que supone la elaboración compartida de un horizonte histórico común.
Argentina fue desde mediados del siglo XIX una de las principales naciones que desplegó como parte de su política de gobierno el fomento de la inmigración. Gobernar es poblar, sostenía Alberdi, y era necesario en aquella hora; en un país de grandes extensiones, con una población concentrada en las ciudades y considerablemente escasa.
Fue la invasión gringa en este suelo, pero fecunda… porque con su trabajo trajeron sus costumbres, su aporte cultural, sus ideales… y se arraigaron en él… y le dieron sus hijos… en tiempos en donde debieron luchar contra toda hostilidad. Hombres y mujeres que venían con incertidumbres, miedos, coraje… y con sueños. Ese “hacer la América” que resultaría para muchos una quimera, una esperanza. Allí encontraremos el espíritu fundacional que marcó la impronta del movimiento cooperativo en Argentina.
Nuestra institución surge en el contexto de emergencia de un modelo socioeconómico neoliberal e inspirada en los postulados de la Alianza Cooperativa Internacional que promovían el asociativismo regional, a partir de sólidos argumentos que demostraban cómo la agrupación de cooperativas fortalecía su posicionamiento y capacidad de negociación. “La unión hace la fuerza”…y ese dicho fue bien entendido por los dirigentes de entonces, al advertir que juntos podrían resolver problemas comunes de un modo más efectivo y lograr objetivos políticos, económico-financieros y sociales difíciles de alcanzar en forma individual. Precisamente porque la acción conjunta se basa en el consenso respecto a los beneficios derivados de la articulación de capacidades y se sustenta en ideas y valores compartidos.
Hasta el año 1978 las cooperativas eléctricas a nivel nacional estaban asociadas a la Federación Argentina de Cooperativas de Electricidad (F.A.C.E.), único ente representativo del sector. Pero desde el interior del país, con el protagonismo de entidades de las provincias de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires, se inició un proceso de movilización, con el objeto de generar una profunda transformación institucional, a partir de la conformación de Federaciones provinciales. Uno de los argumentos que justificaron esta posibilidad, fue que la distribución del servicio eléctrico estaba dividido en forma regional y provincial, por lo cual se necesitaba de entidades locales fuertes, con poder de decisión.
Así fue como por vocación y convicciones propias, con el impulso de unos espíritus renovadores emergentes y preocupados por conformar una entidad capaz de interpretar y defender las genuinas necesidades e intereses de las Cooperativas de la provincia de Santa Fe, un grupo de dirigentes dio origen a la Federación Santafesina de Cooperativas de Electricidad. Ltda. – FESCOE, primera entidad federativa eléctrica del interior del país.
Tan trascendente decisión tuvo lugar en el marco de la celebración del Día Internacional de la Cooperación, el 1º de Julio del año 1978, a partir de una ambiciosa iniciativa presentada por las cooperativas de Chabás, Rufino, Hughes, Chovet, San Gregorio, Carmen, Elortondo, Villa Mugueta, Fuentes, San Eduardo, Villa Cañás, Venado Tuerto y Murphy. El ímpetu de sus fundadores hizo que en un breve lapso de tiempo, se convocase a una asamblea de delegados, quienes democráticamente conformaron el primer Consejo de Administración de la naciente federación.
La realidad fue superando las metas trazadas por sus precursores y finalizando su segundo período de existencia la Memoria de entonces destaca:
“el ejercicio social… ha significado para FESCOE la concreción de metas realmente importantes y la implementación de nuevos servicios que tienen como destinatarios las cooperativas asociadas… hemos pasado en forma paulatina de un ente meramente institucional a un organismo prestador de variados servicios y de verdadera representatividad del movimiento cooperativo eléctrico de la provincia” (Memoria de 1979).
Así fue como progresivamente FESCOE se consolidaba como una institución capaz de captar y encarnar el sentir de sus asociados. De una labor centrada exclusivamente en lo institucional, año tras año fue sumando servicios, superando objetivos y trabajando en pos de la incorporación de nuevas entidades del rubro. Tal propósito la erigió en una FEDERACION representativa de los legítimos intereses del conjunto de las cooperativas de Santa Fe ante organismos oficiales (del ámbito nacional, provincial y municipal) e instituciones privadas, con incidencia en políticas y cuestiones vinculadas al quehacer cooperativo.
La diversificación de las prestaciones brindadas por sus asociadas y la consecuente intervención de FESCOE en el tratamiento de nuevos rubros, determinó la modificación en el año 1986 de su denominación original por la de: Federación Santafesina de Cooperativas de Electricidad, Obras y Servicios Públicos Ltda.
Desde su nacimiento, FESCOE se transformó en una institución intermedia con personalidad y peso propios, siendo forjadora de logros históricos para las cooperativas que la conformaron y que la sustentan en la actualidad.
Los años de historia son testigos de luchas intensas, de metas alcanzadas, de peleas denodadas ante contextos adversos, de momentos de crisis y de consolidación institucional. Por ello, a la hora de ensayar un balance de su trayectoria, prevalecen los éxitos por sobre las falencias ocasionales, confirmando cada día el objeto de su creación.